viernes, 13 de abril de 2012

Día 9-10 - Belgrado

Estábamos en la estación esperando nuestro tren nocturno a Belgrado. Fuimos a ese destino porque el amigo Webby es hincha del Estrella Roja, un equipo de fútbol de Serbia. Desde la previa íbamos para hacerle el aguante a un amigo, en el momento de las anécdotas que vienen a continuación queríamos matar a nuestro amigo... finalmente quedamos muy contentos por la experiencia y el trato que recibimos ahí.
Antes de empezar a contar detalladamente lo sucedido, quiero que vean la foto del tren que nos llevaba:

"La palabra es RÚSTICO (?)"

El andén indicado era el de ese tren. Ya no eran naves futurísticas de alta velocidad, eran máquinas a vapor (?) En la ventana de ese vagón frente a nosotros había un cartel con el nombre de lo que parecían ser paradas pero ninguna decía Belgrado o Beograd o Belgrade o como sean que lo llamen allí. 
Ale va hasta la parte de la máquina a preguntar y viene sin respuesta alguna ya que los guardas no hablaban inglés.
Mientras esperábamos, una parejita de unos 150 años sube a ese último vagón dando mucha ternura como subieron en unos 10 minutos en medio de un temblequeo amoroso (?)
La hora se aproximaba y no teníamos nadie que nos asesore. Dado el horario, las ventanillas estaban cerradas. Como el boleto tampoco indicaba nada, decidimos subir por el último vagón.
Entramos en una cabinita y dejamos todo nuestro equipaje. Los asientos eran de cuero y un poco rígidos, pero bueno era Europa del este... 
De repente el tren arranca.
Ante la duda de si esa era una tercera clase, y al no saber cual nos tocaba, le pido al amigo Alque me acompañe a chusmear en los otros vagones a ver que nos correspondía.
Cuando salimos de la cabina se corta la luz del vagón.
Le pedimos a Webby que se quede con las cosas y apuramos el paso a ver si alguien podía indicarnos que pasaba.
A todo esto habían transcurridos unos cuantos minutos y al mirar por la ventana una negrura terrorífica pintaba el paisaje del otro lado de las ventanas, filtrándose unos pantallazos blancos de alguna lámpara abandonada en ese vacío mundo por el cual se deslizaba nuestro tren.
A solo 3 cabinas de las nuestras descansaban plácidamente la pareja de gerontes de siglos pasados, acostados tiernamente uno en cada hilera de 3 asientos. Con el corazón palpitando a mil pasamos 2 cabinas más que estaban vacías y en la última del vagón vemos prenderse una luz anaranjada, de un rancio cigarrillo armado, que iluminanaba el rostro de 16 refugiados yugoslavos que se encontraban dentro de esa cabina. Uno podía ver en los ojos de aquellas personas la opresión de siglos de trabajo en alguna mina, sus espesos bigotes negros y el hollín en sus rostros a medio afeitar nos indicaban que la jornada laboral había sido dura y cual cuervos esperando darse un festín con un animal malherido, ellos esperaban allí encerrados amuchados de una forma que rompía las leyes de la física... no obstante lo que más nos impresionó era el olor a pata que salía de esa cabina... mezclado con el aroma del tabaco rancio que inspiraban para sus pulmones maltratados con el grafito y obstruidos con moléculas de carbón.
Teoría: ese tren recorría todo Europa del Este fumigando los campos (?)
Al pasar al otro vagón vimos luz y solo 2 diferentes cabinas ocupadas, ambas por un par de chicas. A las primeros solo les pregunto si donde estábamos era la segunda clase y cuando habían pagado su pasaje para calcular si nos correspondía por el precio esos lugares. Me responden que no sabían y que habían pagado lo mismo que nosotros. En la otra cabina, la respuesta, creo, fue similar... aunque no entendí mucho de lo que me dijeron.
Al final de ese ante último vagón vemos gente amontonada en el pasillo y un guarda. Volvemos rápido a buscar a Webby que se encontraba viniendo con las 3 mochilas de viaje nuestras más la mochila chica de él. Intercambiamos información y en medio de la confusión nos acercamos a la muchedumbre.
A todo esto yo miraba por la ventana y no encontraba ningún punto de referencia, nos alejábamos por la oscuridad, sin saber si estábamos en tierra o recorriendo una galaxia alejada de nuestro amado mundo. La noche se había devorado el paisaje.
Cuando llegamos con la gente, hablamos con una señora y le indicamos que teníamos segunda clase, si sabía que pasaba. Ella estaba con su familia y grita a toda la gente en un inglés medio rústico que ese tren no iba a Belgrado...
Lo primero que hago es mirar por la ventana, no podíamos bajar allí y volver a la estación, no teníamos trajes de astronautas como para poder salir al espacio exterior, la negrura era un vacío eterno al que si uno entraba jamás podría salir. Luego miro a mis amigos, Webby estaba blanco como un papel y el amigo Ale sufriendo un justificado pánico. A mí se me frunció el culo, si ese tren no iba a Belgrado ¿a donde carajo íbamos?
La señora se rectifica y nos aclara que el guarda le dijo que esos vagones no iban a Belgrado pero que los de adelante sí.
Respiramos aliviados y caminamos a los vagones delanteros ocupando unos asientos comunes, al estilo micro, sin cabina alguna.
Teoría: esos vagones que no se dirigían a Belgrado, desde mí punto de vista, se dirigían a algún volcán, pozo sin fondo u horno gigante donde se desharían de los viejitos y los refugiados yugoslavos (?)
Más tranquilos, intercambiamos unas palabras con la señora y unas simpáticas serbias que se sentaron delante nuestro, a las cuales les había preguntado el precio de su boleto en las cabinas.
Entre medio de la charla, pensando como carajo ibamos a dormir en esos asientos individuales, las chicas preguntan algo al guarda y nos indican que podíamos usar las cabinas de adelante. Nos invitan a ir a alguna y aceptamos gratamente.
Al ir al vagón de las cabinas notamos que todas estaban ocupadas por al menos una persona. El guarda pregunta en una a un hombre de traje si le molestaba la compañía y este dijo que sí. Volvimos sobre nuestros pasos y le pregunta a otro hombre, que estaba profundamente dormido, y hace un gesto de "pasen".
Entramos, dejamos las cosas y nos pusimos a charlar con las chicas. Lo primero que notamos es que el olor a chivo que tenía ese hombre competía cabeza a cabeza con el olor a pata y pucho rancio de los yugoslavos.
Hablando de todo un poco nos contaron que estaban en Budapest por 2 días y que fueron puntualmente de joda, a escabiar... el olor a escabio que largaban era una prueba irrefutabla de que no mentían. Nos recomendaron lugares para conocer en Serbia (solo 2...) y nos enseñamos puteadas en nuestros idiomas.
Entre charla y charla la cosa se ponía aburrida y el sueño hacía mecha, además el pobre hombre que nos dejó entrar no podía dormir, así que las chicas nos dicen que van a buscar lugar para poder dormir más cómodas y nos dejaron solos con el hombre. Para hacer una descripción exacta, creo que con decir que era un Hugo Chavez rubio se lo pueden imaginar exactamente, un gordito, con cierto aspecto de mafioso en su vestimenta, abre los ojos y nos pregunta, con esa tosquedad en la "R" que tienen en Europa del este que suena como un tren con las ruedas melladas, de donde éramos. Contestamos que somos de Argentina y nos mira sonriendo, mientras asentía con la cabeza y hace el símbolo de la "V" con sus dedos índice y mayor, y dice "ARRRRRRgentina. Evita PeRRRRRRón."
Nos miramos entre nosotros y asentiamos con gestos de asombros entre "Ohh" y "Yehhh" de compromiso evitando entablar charla. Instantes después nos indica en ese rústico inglés "Ustedes no se preocupen, ahora va a venir la policía, pero yo hablo los 2 idiomas, serbio y húngaro." 
Ok, nos dicen que viene la policía, nos pide que no nos asustemos, que él va a hablar. Nuestros corazones empezaron a palpitar ¿Y ahora que iba a pasar?
Nos cuenta que el tiene negocios en los 2 países y viaja muy seguido... seguramente tenga puteros húngaros y serbios con menores de edad, otra cosa con esa cara no podía tener (?)
Efectivamente vino la policía y nos pidió pasaporte. Webby es el primero que lo entrega y empieza a revisarlo página por página, a mirar la cubierta y hasta el lomo del pequeño pasaporte, lo pasa por una máquina y llama a su compañero como diciendo "¿Qué carajo es esto? ¿Argentina?"
A todo esto mí costumbre de mirar por la ventana para ver que hay afuera me hace asomarme y notar que entre la negrura absoluta solo había una pequeñísima estación de siglos pasados sin ningún signo de luz o vida alguna. ¿Si nos bajaban ahí, que onda?"
Viene el tipo, le devuelve el pasaporte a Webby y nos toca a nosotros, repitiendo el mismo proceso de revisado y pasándolo por una máquina, aunque tardó solo unos segundos con cada uno.
Nuestro amigo peló pasaporte, se lo sellan y cuando se va la policía nos saluda y dice "Acá me bajo yo..." dejándonos totalmente sorprendidos dado que ese lugar estaba a la buena de dios...
Ya solos los 3 el tren volvió a arrancar y decidimos darle a Webby la posibilidad de ocupar una hilera de asientos como cama así él descansaba y podía disfrutar el día en Serbia ya que lo esperaban para mostrarle el club, en el caso extremo Ale y yo nos quedaríamos en el hostel recuperando el sueño de esa noche agitada.
El resto del viaje pasó tranqui, dormitando de a 5/10 minutos y tratando de acomodarnos para que no nos duela tanto la espalda. Nos revisaron los pasaportes una vez más y finalmente llegamos a Belgrado.
Aún nos esperarían más anécdotas por delante.
Al bajar teníamos que sacar el pasaje para salir de Serbia. Al igual que la entrada, tampoco contaba con Eurail, por lo que teníamos que pagar el boleto aparte. Debatimos y llegamos a la conclusión que nuestro tren nocturno debería pasarse a la madrugada del día siguiente ya que esta experiencia nos hizo cagar en las patas, de esa forma perderíamos casi todo el primer día en Croacia (donde otro tren nocturno nos esperaba para ir a Venecia con anécdotas más increíbles que estas... pero todo a su tiempo).
Vamos a la boletería, pedimos los pasajes y nos indican que tenemos que cambiar dinero y que la casa de cambio abría a las 6. Faltando unos minutos hicimos la cola en la ventanilla y nos pusimos a mirar el lugar notando que nos encontrábamos en 1990, un monitor gigante en un monocromo negro y naranja, al cual solo le faltaba la tortuguita del logo, nos dejó impactados.
Cambiamos dinero, sacamos los pasajes para la mañana del tercer día, sabiendo que nuestra estadía en Zagreb sería mucho más corta.
Salimos de la estación y vemos las indicaciones del hostel. Nos decía que teníamos que tomar el trolebús (si, trolebús) 2 que nos dejaba a unas cuadras. Vamos a la parada y enseguida viene nuestro transporte. Al subir pedimos 3 boletos y un conductor que no hablaba inglés nos hace seña de "No" y señala afuera... confundidos creemos que escuchamos "No ticket" y fuimos a ver si vendían en algún lado. Preguntamos a un buen samaritano que no hablaba inglés y al entender la palabra ticket nos dice "kiosko, kiosko", vamos a un kiosko de diario y nos dice que no hay ticket y nos señala otro puestito de diarios. Vamos hacía allí y nos dice "No ticket, no ticket." Volvemos a la estación y nadie nos dió respuestas por lo que hicimos lo que nunca hay que hacer, tomarse un taxi en la estación. Negocio con un simpático viejito un viaje por 500 dinares (moneda en Serbia, 500 dinares es el equivalente a unos 5 Euros) y emprendimos camino. A las 2 cuadras el viejo comienza a toser constantemente despegando flemas de nicotina de sus pulmones, entre toses, gallos y escupidas por la ventana nos pregunta, o entendemos que nos pregunta, de donde eramos. Le contestamos que veníamos de Argentina y las siguientes 20 cuadras estuvo gritando con sus pulmones y garganta llenas de flema "¡Oh, Argentina. COF COF, Argentina, Mafia, Argentina Mafia, OJOPCOF JJJJJJJPFFFFCOF, Argentina Mafia!", interrumpida esta letanía solamente por unos "Kalemegdam, Kalemegdam" de cuando llegamos a la fortaleza de la ciudad.
Termina pasándose unas cuadras, retoma y nos vuelve a indicar "Kalemegdam, Kalemegdam" hasta que encuentra nuestra calle y llegamos al hostel. Finalmente me cobró 700 dinares... pero ¿cómo carajo ibamos a discutirle? Solo queriamos dormir.
Al llegar al hostel nos abré una suerte de Johnny Knoxville serbio, totalmente dormido y resacoso. Le indicamos que tenemos habitación y nos hace pasar. Bajamos al sótano que era una especie de playroom lleno de botellas. Llenamos los papeles burocráticos de los hostels y nos dice que podemos ir a desayunar por la zona. Poniendo nuestra mayor cara de lástima le pedimos de quedarnos ahí y nos dice que no tiene problema. Rápidamente nos sentamos en 3 en unos puffs relajando cada uno de nuestros músculos, cayendo como una pluma soplada por un suave viento en una montaña de la arena más suave del mundo, cuando sentimos que ESE era nuestro lugar indicado, derritiéndonos como una manteca en una sartén caliente, acomodándonos calentitos como dos angelitos cobijados al calor de la mano de dios, se asoma nuestro anfitrión y dice "Pero no se duerman, aquí no se puede dormir y si los ven voy a tener problemas..." Nos miramos entre nosotros sin saber que hacer, eran las 7 de la mañana y posiblemente para las 9 o 10 tendríamos la habitación. Soportamos esas 2 horas y pico como pudimos. Intentamos conectarnos a internet, pero un día de semana a las 2 de la mañana en Argentina no había nadie para hacernos compañía. Pasó el tiempo y entre cabeceadas y una feroz pelea con los pesados párpados que se cerraban, la habitación estaba lista.
Entramos en la habitación, dejamos las cosas y suena el timbre. En la charla entre los serbios desciframos la palabra Facundo. Nos venían a buscar.
La persona en cuestión era Darko, un pibe con un corazón ENORME que nos haría pasar un día increíble.
Bajamos a recibirlo y lo invitamos a subir a la habitación mientras dejábamos las cosas en orden y nos cambiábamos  Nuestro amigo vino con unas bebidas y unos sanguches de carne que fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida, nos revivió a los 3, no solo era exquisito sino que nos repuso de energías para lo que se venía.
Darko nos dice que nos esperaban en el club, que era Semana Santa pero que había alguien esperando por nosotros para darnos una recepción... ¡Un momento! ¿Semana Santa? Pero si nosotros pasamos las pascuas en Praga. Ahí nos contó que Serbía se regía por el calendario Juliano, y no en el Gregoriano como todo el mundo, por lo que estaban una semana atrás... sí, no están 20 años atrasados sino que son 20 años y una semana.
A partir de acá todo fue genial.
Primero cambiamos dinero y compramos unas aguas para despertarnos aún más. Camino al club el amigo Darko nos fue contando un montón de historias y mostrándonos la ciudad. En el primer trolebús nos da una tarjeta y nos indica que con esa tarjeta teníamos 10 viajes para poder movernos por la ciudad, ellos usan una especie de SUBE que necesita un trámite para sacarla por lo que si no era por él aún estaríamos viendo como volveríamos a la estación para irnos. A todo esto, jamás aceptó que se la paguemos.
Al llegar al club fuimos caminando por unas calles y hablando en inglés entre nosotros para no dejar afuera a Darko. De ahí salió este video:


Durante el camino Darko iba hablando con un tal Marko indicándole por donde íbamos.
Al llegar al estadio del Estrella Roja entramos y lo primero que hacemos es filmar este video:



Subimos unas escaleras en busca de Marko pero no lo encontramos, Darko se vuelve a comunicar con él y le dice que lo encontremos afuera. Una vez que lo encontramos nos saluda y nos dice que esperemos unos segundos. Se va y a los 2 minutos vuelve con unos presentes... yo me frotaba las manos esperando ver que regalito me tocaba (?) Marko le da a Webby un banderín mientras le dedica unas palabras por lo que significaba que un chico viaje de Argentina a Serbia solo por un club, tras el banderín le da una camiseta con el número 8 de Lazovic la cual estaba un poco sucia y le aclara que esa camiseta se la regaló el jugador 2 días atrás luego de hacer un gol en lo que sería el superclásico serbio. Estábamos extremadamente felices por nuestro amigo y cuando llega nuestro turno Marko nos regala unos posters... Nos explica, al igual que dije anteriormente, que estaban en vísperas de pascuas y estaba cerrada la tienda del club, sino nos hubiera hecho más regalos... de seguro tenía más posters para mí y Ale (?)
Más allá de la humorada, solo nos importaba que era el momento de Webby, fuimos ahí por él y estábamos contento de lo que estaba viviendo. Antes de entrar al estadio filmamos este video con Marko:



Marko nos indica que lo sigamos que íbamos a ver la cancha. Pasamos por una zona de entrenamiento donde estaban los jugadores entrenando. Marko nos indica que no nos acerquemos que estaban concentrados porque al otro día jugaban. Vimos al presidente del club y antes de entrar al túnel, en el estacionamiento interno, nos cruzamos con "la joya" (?) Lazovic.

"Barrilete cósmico (?)"

 Pasamos por unas pinturas y Marko nos contó la historia de algunas. Luego pasamos por el túnel y entramos a la cancha:



Una vez en la cancha nos sacamos fotos para inmortalizar el momento histórico, habíamos pasado las mil y una, pero nuestro amigo cumplía su sueño.


Marko nos deja solos y nos dice que demos una vuelta y salgamos por el estacionamiento, creo. Al estar solos dimos una vuelta olímpica y no tengo mejor idea que patear un córner sin pelota (?)

"Lo metí olímpico (?)"

De la foto fuimos a tocar el pasto y se apareció el amigo Rafa Dizeovich (?) Un serbio que superaba los 2 metros y debería pesar 150 kilos de músculos. Un ser humano que nos intimidó no solo con su tamaño sino con su voz grave y su acento serbio que parecía una ametralladora con balas de grueso calibre y oxidadas. Nos dice algo que no entendemos y Darko intercede explicando la historia y que estábamos ahí por Marko, o eso suponemos porque en medio de la balacera entendimos la palabra Marko.
Volviendo por el costado de la cancha Darko nos cuenta que era el jefe de la barra y que tiene una oficina en el estadio (!) al llegar a la tribuna local, donde nos sacamos la foto los 4, le dice a Webby que suba a sacarse una foto. Ante lo intimidado que se sentía Webby le dice que no y el serbio insiste. No había escalera alguna por donde subir por lo que debería trepar, así que ante la insistencia y la negativa, el serbio, insiste una última vez de la misma forma que Godzilla sale del agua y en menos de un segundo, mientras aún temblaba Europa del este por el rugido, pudimos sacar esta foto:

 
"Ponga huevo, huevo el Estrella, ponga huevo, huevo sin cesar (?)"  

 De ahí salimos del estadio y Darko tenía unos puntos más que mostrarnos. Pasamos por la iglesia de Saint Sava, la segunda iglesia ortodoxa más grande del mundo, construída únicamente con donaciones de los fieles. Tal vez en la foto no se note, pero es INMENSA:



Allí preguntamos sobre la religión y nos contaron que pertenecían al cristianismo en la rama ortodoxa y que eran muy creyentes, motivo por el cual al otro día Darko no podría hacernos compañía dado que era el domingo de pascuas y debía pasarlo con su familia.
Desde allí caminamos por las calles de Belgrado, parando a mear en un moderno McDonalds, mientras íbamos a la fortaleza de Kalemegdam. Antes pasamos por un edifico bombardeado en la reciente Guerra del Golfo:




No dejé pasar la oportunidad de preguntarle si recordaba que pasaba durante la guerra y él nos contó que escuchaba la puerta golpearse y la madre le dijo que sería el viento y que cuando fue a cerrarla miró hacia afuera y vió el cielo prendido fuego. Si les pone la piel de pollo al leerlo imaginen lo que sentimos nosotros en ese momento. Fuertísimo. También nos contó que mientras duró la guerra hacían vida normal, no tenían clases pero iban a jugar al fútbol o a la calle, sentían que en la calle o en sus casas podrían morir por igual por lo que no había prohibiciones en cuanto a eso.
Emocionados y un tanto shockeados seguimos camino. Al llegar a la enorme fortaleza Darko nos cuenta que el lugar se había construído hace muchos siglos y cada rey que estuvo ahí le fue agregando cosas y por eso el tamaño era descomunal.
Paseamos por la fortaleza, vimos un museo de armas y diferentes vistas de la ciudad. Nos sacamos unas fotitos y luego íbamos a emprender la retirada porque habían pasado muchas horas y nosotros estábamos sin dormir luego de un viaje fuera de lo común. 
Dejo algunas fotos de la Fortaleza de Kalemegdam:



Un video del Kalemegdam relatado por el Ale:


Antes de ir al hostel paramos a comer unos conos de masa rellenos de jamón, queso y papas fritas, sin ninguna clase de condimiento obligatorio, que cerró perfectamente el mejor día en la vida de Webby. A todo esto tuvimos que insistir a Darko que el no podía pagarnos la comida que ya había hecho demasiado y tras la insistencia ganamos esa partida y pagamos nuestra comida... En el camino a la avenida que nos dejaría en el hostel Darko nos dice que esperemos en la puerta de un súpermercado que iba a comprar unas cosas para su madre... a los poco minutos sale con una bolsa y saca una botellita de un licor para el viejo de Webby, unas Coca Cola Light porque había leído que a Webby le gustaba esa bebida y unas galletitas de chocolate para que merendemos. Sinceramente nos quedamos sin palabras, no solo resulta fuerte la sincera gratitud y emoción de Darko por interesarnos en su país, lo que es fuerte es que con Webby solo se conocían por medio de un foro y a nosotros solo nos conocía por algunas fotos y nos trató como amigos de toda la vida... esto que hizo Darko me resultaría más fuerte aún cuando en Madrid tenía que encontrarme con "amigos" míos... pero ya contaré esa parte.
Nos despedimos de este TIPAZO con la promesa que él iba a venir a Argentina y que íbamos a llevarlos por todos lados, hacerle asados y eregirle una estatua... o dos.
Con mucho sueño volvimos al hostel bajo una soporífera lluvia. Al llegar picamos las galletitas, que estaban buenísimas, con las gaseosas y nos dormimos una siestita. Al despertarnos nos dedicamos a llamar a nuestras familias mientras veíamos el partido en directo de Racing - Independiente por internet. Ale llama a su viejo y le dice "Que hacés Pá, estoy en Belgrado, en Serbia" a lo que el padre, Rulo, genio mundial, le responde "Ah, yo estoy en Laferrere." Le cuenta que estábamos viendo el clásico desde Serbia y nos pone con un "Ah, ¿y como van?" Yo por mí parte aproveché que no teníamos una red saturada y que era domingo para llamar por Skype a mí casa, para hablar con mí familia, y a mí novia. 
Nos duchamos, fuimos a comprar unos sanguches para cenar y pasamos la noche viendo videos viejos, en especial uno del Vikingo que nos hizo cagar de risa, que Ale tenía en el disco portátil.
Aún cansados y con mucho sueño, nos acostamos tempranito para al día siguiente emprender camino a lo que restaba de la ciudad.

Al otro día nos levantamos, luego de dormir muchas horas seguidas, con un fría lluvia. Tras ducharnos, nos cambiamos y salimos a recorrer lo que nos quedaba de la ciudad. Emprendimos camino a "Nuevo Belgrado", la parte más moderna de la ciudad. Para eso deberíamos cruzar el río Sava.

"Alegría en el puente sobre el Sava (?)"

Al estar del otro lado notamos una Belgrado diferente, mucho más moderna. Por empezar los trolebús eran siglo XXI y había edificios con arquitectura de nuestra época y shoppings.


Caminamos y nos perdimos. Llegamos a un cruce de autopistas que nos complicó aún más encontrar el rumbo que buscábamos, el restaurante de Novak Djocovic. Y desde un balcón vemos una de las tantas gigantografías del tenista serbio con la particularidad que reposaba sobre un edificio que tenía un cartel de "NOVAK", desde allí nos fuimos guiando por ese edificio hasta finalmente llegar.


Una vez allí era obligación entrar. ¿Quién de ustedes puede decir que fue al restaurante de Djokovic, he? Putos (?) Intimidados por el lujo y la opulencia solo pedimos unas gaseosas que finalmente saldrían un poco más de un euro cada una... más barato que acá. Lo que nos llamó la atención del bar fueron 2 cosas, primero que los postres, todos para celíacos, tenían nombres de torneos de tenis, y la segunda fue que en TODO Europa ese restaurante no solo era el único que permitía fumar sino que además te vendían cigarrillos en la carta.
Antes de irnos salió foto con la estatua del Nole en homenaje al Master de Shangai.


Desde allí caminamos un poco más y con bastante hambre terminamos entrando a un shopping para morfarnos unas pizzas en un patio de comidas. Además de las pizzas pintó darse un gustito y comernos un heladito que aún sigo saboreando.
Salimos del shopping y decidimos profundizar en el Kalemegdam antes de volver al hostel para dormir y abandonar el país.
En el Kalemegdam fuimos por diferentes partes encontrando partes muy mediavales con aspecto de  castillos y también disfrutamos un poco la vista del lugar.

"Mirando a Nuevo Belgrado y sus modernos edificios."
"La tapa de nuestro disco solista (?)"

Volvimos al hostel y compramos algo para comer. Nos acostamos temprano y a la mañana nos levantamos para abandonar Belgrado. Fuimos a la estación y desayunamos. Subimos al tren a Zagreb sabiendo que tardaríamos unas 7/8 horas en llegar y que perderíamos el día entero.
Abandonamos Serbia con este video:


Esto fue lo que vivimos en Belgrado. Nos volvimos con muchas anécdotas en la mochila y un amigo en el corazón al que siempre le estaremos agradecidos por habernos hecho vivir un gran día.

2 comentarios:

  1. Excelente! Y que bien que la pasamos, fue algo increíble. El viaje en tren épico y todo lo que vino después. Inolvidable. Darko es un crack total. Ojalá pueda venir como me dijo en el próximo verano. Haber quien lo lleva primero a la de River, a la de Boca o a la de Platense (?).

    Yo agradezco de corazón que se hayan bancado mis rompedurías (?) de bolas con Belgrado y que me hayan hecho el aguante. Es un gran orgullo y alegría haber compartido semejante sueño con mis dos mejores amigos!

    Por muchos más destinos exóticos y peligrosos! (?)

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  2. ERROR GARRAFAL EN MI REDACCIÓN:

    Donde dice "Haber quien lo lleva primero a la de River, a la de Boca o a la de Platense (?)."

    Debe decir "A ver quien lo lleva primero a la de River, a la de Boca o a la de Platense (?)."

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